Nota técnica

Ficha técnica de la encuesta

Se han realizado 305 encuestas a médicos especialistas hospitalarios y de atención primaria de todas las provincias de España y especialidades médicas, incluyendo también farmacéuticos hospitalarios y personal directivo de los servicios sanitarios. Una mayoría de los profesionales entrevistados (84%) realizan su labor en centros de la red pública del Sistema Nacional de Salud, mientras que 49 profesionales (16%) tienen su centro principal de actividad en una institución privada. 39% son mujeres y  61% hombres; con una media de edad de 47,5 años.

Las encuestas se realizaron entre el 27 de octubre y el 24 de noviembre de 2021, utilizando un cuestionario estructurado online. El bloque de preguntas sobre educación médica continuada (EMC) contenía 10 preguntas cerradas con 57 ítems de valoración / selección.

Resultados principales

1. En relación con la educación médica continuada (EMC) necesaria para mantener, actualizar y desarrollar su actividad profesional, los profesionales sanitarios se consideran competentes en su nivel de ejercicio profesional, aunquen muestran honda preocupación por la capacidad de mantener al día sus conocimientos. Una gran mayoría cree que la recertificación de competencias profesionales debería implantarse y ser obligatoria. Una mayoría de profesionales afirma no contar con un plan de actualización y desarrollo profesional personalizado en su institución:

• El mayor grado de acuerdo, está en que:
  1. el 98,4% manifiestan que sus conocimientos y competencias profesionales se corresponden razonablemente con el nivel de conocimiento actual de su especialidad,
  2. mientras que el 72,2% sienten que el nivel de desarrollo de conocimientos de su especialidad es más rápido que sus posibilidades de puesta al día.
  3. 78,0% consideran que es necesario que exista un sistema de “recertificación” profesional periódico en su especialidad.
  4. aquellos que opinan que esa “recertificación” profesional periódica de especialidad debería además ser obligatoria, representan el 71,5%.
• En cambio, manifiestan no estar en absoluto de acuerdo con:
  1. Dispongo de un plan de actualización y desarrollo profesional personal que todos los años discuto y acuerdo con mi responsable (coordinador médico, jefe de servicio, director médico), en la que coinciden el 69,5%.
  2. Considero que la institución en la que trabajo se preocupa por la actualización de mis competencias profesionales y facilita los recursos y los incentivos para hacerlo, que agrupa un 60,0%.
  3. Las dificultades para actualizar mis competencias y conocimientos profesionales hacen que en ocasiones no me sienta totalmente seguro en mis decisiones clínicas, con un 56,7% de los mismos.

2. Los profesionales sanitarios dedican un gran número de horas a su actualización profesional, sumando todas las actividades un total de 54,5 horas mensuales, destacando en primer lugar la lectura de libros y revistas médicas. Una parte menor (12,6 horas) son actividades formativas organizadas por el propio centro, servicio o institución sanitaria donde trabaja La media de horas al mes que los profesionales dedican al estudio y a su actualización profesional, en estas actividades, es:
   • Lectura de revistas médicas, libros, … (15,9 horas)
   • Recursos educativos de mi especialidad disponibles en internet diferentes a los ofrecidos mi sociedad médica, colegio u organización sanitaria (7,7)
   • Actividades formativas organizadas por mi propio servicio o equipo de atención primaria (incluidas sesiones clínicas, seminarios, discusiones de casos) (7,6)
   • Congresos científicos, seminarios y conferencias de mi especialidad (5,1)
   • Actividades formativas organizadas por mi organización sanitaria/ hospital/área de salud/centro de salud (5,0)
   • Actividades formativas organizadas por la sociedad científica a la que pertenezco (4,8)
   • Actividades asistenciales tuteladas por compañeros o profesionales más expertos (3,9)
   • Actividades formativas organizadas por la industria farmacéutica y de tecnologías sanitarias (3,3)
   • Actividades formativas organizadas por el colegio profesional al que pertenezco (1,2)

3. Los profesionales sanitarios consideran que para un correcto mantenimiento de sus conocimientos y competencias sería necesario dedicar a la EMC, una media mensual de 26,1 horas.

4. Por otra parte, es de destacar el tiempo total dedicado a la formación de sus colegas, un total de 16,7 horas mensuales. El número de horas al mes que dedican los profesionales sanitarios como formador/experto a la EMC a:
   1. otros compañeros de su servicio/hospital/equipo/organización sanitaria: 11,8 horas/mes
   2. compañeros de otros centros /organizaciones sanitarias: 4,9 horas/mes

5. La aplicación de los contenidos a la práctica diaria es el principal criterio de elección de las actividades de EMC considerado por los profesionales. La relación de los criterios que los profesionales sanitarios utilizan preferentemente para elegir la EMC son, de mayor a menor:
   • Que los contenidos sean aplicables en mi práctica diaria (74,8%)
   • La facilidad para conciliar con mi vida laboral y familiar (25,9%)
   • Que la actividad esté alineada con mi plan de carrera profesional (24,6%)
   • Que cuente con acreditación oficial (23,3%)
   • El prestigio de la entidad académica a cargo de la actividad (22,3%)

6. En concordancia con los resultados anteriores, la falta de planes personalizados de actualización y desarrollo profesional es lo primero que los profesionales echan en falta en la oferta actual de actividades de EMC, junto con la consideración de la conciliación laboral-familiar de dichas actividades y la posibilidad de realizar estancias fuera del centro habitual de trabajo:
   • Un plan de educación médica continuada y desarrollo profesional personalizado adecuado a mis intereses y a los intereses de mi centro, con actividades y recursos señalados para un plazo al menos de un año (51,1%)
   • Que el horario y ritmo se adapten a mis condiciones laborales y familiares (50,2%%)
   • La posibilidad de realizar estancias de especialización fuera de mi propia organización sanitaria para complementar conocimientos o conocer cómo trabajan otros (44,3%)
   • Un sistema de registro de las actividades de EMC que realizo que me permita tener reconocimiento por el esfuerzo que hago (32,1%)
   • Un sistema de acreditación que permita valorar mejor la calidad de la formación continuada (30,5%)
   • Actividades de educación más prácticas (25,2%)
   • Que haya opciones de formación más colaborativas diferentes a las tradicionales (en el que un docente comparte sus conocimientos de forma unidireccional) (24,3%)
   • Por el contrario, solo el 1,3% de los profesionales se muestra de acuerdo con que “No echo en falta nada”.

7. Los formatos híbridos, presencial y virtual, se imponen como la opción más valiosa para los profesionales. La modalidad preferida para la realización de las actividades de EMC, son, en orden descendente:
   • Híbrido (presencial y virtual), con predominio presencial (preferida por el 45% de los profesionales).
   • Híbrido (presencial y virtual), con predominio virtual, (mencionada por un 28% de los mismos)
   • 100% presencial (13%)
   • 100% virtual (12%)
   • Nuevos formatos digitales: Gaming, realidad virtual, …. (2%)

8. La educación médica continuada es considerada una obligación ética profesional personal, independientemente de su reconocimiento e incentivación. Por otra parte, una amplia mayoría consideran que la Industria Farmacéutica debe mantener su colaboración activa en la EMC de los profesionales sanitarios. Las afirmaciones que consiguen un mayor grado de acuerdo en torno a estas cuestiones son:
   • La educación médica continuada es una obligación ética profesional individual, más allá del reconocimiento o los incentivos (96%)
   • La industria farmacéutica y tecnológica tiene un papel importante y debe continuar contribuyendo a la educación médica continuada (81%)
   • La educación médica continuada es una responsabilidad fundamentalmente de mi institución sanitaria (74%)
   • La educación médica continuada que realizo tiene reflejo en mis posibilidades de carrera, desarrollo y promoción profesional (73%)
   • La educación médica continuada es una responsabilidad fundamentalmente de las sociedades médicas de especialidad (68%)
   • Y, finalmente, la educación médica continuada es una responsabilidad fundamentalmente de mi colegio profesional (46%)

9. Una amplísima mayoría de los profesionales encuestados opina que la Industria Farmacéutica y Tecnológica deben poder financiar actividades de EMC organizadas con las instituciones y asociaciones profesionales, al tiempo que además puedan organizar y ofrecer actividades de EMC organizadas por dichas industrias. El grado de acuerdo de los profesionales con el papel de la industria en la organización y financiación de la EMC es el siguiente:
   • La industria debe poder financiar las actividades de EMC, dejando a las instituciones, colegios o sociedades científicas decidir la programación, contenidos y elección de formadores (88%)
   • Sin menospreciar el alto porcentaje (83%) que consideran que: La industria colaboradora debe poder organizar su propia oferta de formación (portales, cursos, sesiones y conferencias) sin mayores restricciones
   • Mientras que el 60% está totalmente en desacuerdo en que: se debe reducir el papel de la industria también en el patrocinio (financiación) de la EMC.

10. Los profesionales muestran un mayor nivel de satisfacción con la oferta de EMC que promueven las sociedades médicas de su especialidad y la industria farmacéutica, y menor a la organizada por sus propios centros e instituciones de trabajo y las ofrecidas por los colegios profesionales. En una escala de 1 a 10 la valoración media que otorgan los profesionales a las actividades de EMC organizadas por las distintas instituciones es:
    1. La sociedad médica de mi especialidad (6,57).
    2. La industria farmacéutica o de tecnologías (6,21)
    3. Mi organización sanitaria (4,68)
    4. Mi colegio profesional (3,39)