Nota técnica sobre sobre Atención a la Cronicidad en la Sanidad Española

Nota técnica

PANEL DE OPINIÓN PROFESIONAL SOBRE LA ATENCIÓN A LA CRONICIDAD EN LA SANIDAD ESPAÑOLA

Ficha técnica de la encuesta

Se han realizado 305 encuestas a médicos especialistas hospitalarios y de atención primaria de todas las provincias de España y especialidades médicas, incluyendo también farmacéuticos hospitalarios y personal directivo de los servicios sanitarios. Una mayoría de los profesionales entrevistados (78%) realizan su labor en centros de la red pública del Sistema Nacional de Salud, mientras que 37 profesionales tienen su centro principal de actividad en una institución privada. En cuanto a género, el 37% son mujeres y el 63% hombres; con una media de edad de 49,5 años.

Las encuestas se realizaron entre el 18 de julio y el 22 de agosto de 2022, utilizando un cuestionario estructurado online. El bloque de preguntas sobre “la cronicidad en la sanidad española” contenía 13 preguntas cerradas.

Resultados principales
  • La mayoría de los profesionales califican como “buena” la atención que recibe actualmente el enfermo crónico, aunque un número significativo afirma que es “deficiente”. Además consideran que la atención a la cronicidad debe ser la primera prioridad del Sistema Sanitario.
    • El 56% de los profesionales sanitarios califica la atención al enfermo crónico como “buena” y el 39% la califica como “deficiente”. Solo un 1% le otorga un “muy deficiente” y solo el 4% le otorga un “excelente”.
    • Con relación a hace 5 años, la mayoría de los profesionales sanitarios (38%) consideran que la atención al enfermo crónico “ha empeorado”, el 34% cree que “ha mejorado” y el 24% que se ha mantenido “prácticamente igual”.
    • En cuanto al impacto de la pandemia sobre la atención al enfermo crónico, un 64% afirma que la “ha empeorado”, y hasta un 18% considera que este impacto negativo “ha empeorado mucho” la atención.

  • Los profesionales sanitarios consideran que la cronicidad está entre las 5 principales prioridades para la intervención del Sistema Nacional de Salud.
    • Entre las áreas de intervención del Sistema Nacional de Salud, los profesionales sanitarios consideran la atención a la cronicidad como tarea prioritaria, por encima de otras intervenciones también priorizadas, en el siguiente orden: la prevención de enfermedades y salud pública, la atención sociosanitaria a la dependencia y fragilidad, la atención al cáncer y la salud mental. Después se sitúan otras intervenciones calificadas con menor orden prioridad, como son: la atención a urgencias y emergencias y la humanización y calidad de la asistencia sanitaria.

  • En cuanto a las principales necesidades del paciente crónico en la actualidad, los profesionales sanitarios destacan, sobre todo, la valoración integrada, periódica e individualizada de su nivel de riesgo y necesidades.
    • Las principales necesidades actuales del paciente crónico identificadas por los profesionales son, en este orden: la valoración integrada, periódica e individualizada de su nivel de riesgo y necesidades, una mayor disponibilidad de unidades de referencia multiespecialidad, la disponibilidad de recursos comunitarios para atender otras necesidades no médicas del paciente crónico, el acceso a terapias coadyuvantes como la fisioterapia, psicología y otras, y en quinto lugar un seguimiento clínico más frecuente por parte del médico de atención primaria.
    • Todas ellas por encima de otras medidas también destacadas, como el desarrollo de competencias del propio paciente para el autocuidado, la reducción de tiempos de espera para las consultas con especialistas hospitalarios, o un mayor acceso a pruebas de diagnóstico y control desde la atención primaria.

  • En cuanto a los principales impedimentos para lograr una mejor atención a los enfermos crónicos, los profesionales sanitarios destacan, sobre todo, la fragmentación de cuidados entre niveles asistenciales y especialidades y, en segundo lugar, la insuficiencia de recursos profesionales en todos los niveles asistenciales.
    • Entre los impedimentos para lograr una mejor atención a los enfermos crónicos, los profesionales sanitarios destacan como los principales, en este orden, la fragmentación de cuidados entre niveles asistenciales y especialidades (con el resultados de descoordinación y discontinuidad de la atención), la insuficiencia de recursos profesionales en todos los niveles asistenciales, la insuficiencia de los recursos profesionales específicamente en atención primaria y, en cuarto lugar, la escasa atención a la promoción de la salud y la prevención primaria y secundaria en el paciente crónico.

  • En la práctica asistencial observada a los pacientes crónicos, los profesionales muestran un significativo uso de herramientas digitales, como la historia clínica digital o la carpeta de salud. Sin embargo, sólo de manera excepcional los profesionales son incentivados de acuerdo al logro de resultados de salud de sus pacientes crónicos.
    • Entre los profesionales encuestados que sí atienden pacientes crónicos de manera ordinaria (63%), la mayoría (68%, la suma de quienes dicen estar totalmente o parcialmente de acuerdo)) comparte que los sistemas de información clínica que manejan en su centro (historia clínica digital, carpeta de salud, …) facilitan la continuidad de atención en el paciente. También la mayoría (61%, con idéntico criterio de valoración) están de acuerdo en que existen pautas y guías clínicas adecuadas para definir las decisiones terapéuticas en los pacientes con múltiples enfermedades crónicas.
    • En un 56% de los casos afirman utilizar procesos clínicos integrados para los pacientes crónicos más complejos o avanzados, y un 53% afirman estar total o parcialmente de acuerdo con que el paciente crónico dispone de un plan de cuidados individualizado que establece los objetivos asistenciales y los cuidados que debe prestar cada profesional del equipo.
    • Solo un 50% afirma que el paciente crónico dispone de herramientas de comunicación ágiles para comunicarse con el equipo asistencial cuando lo necesita.
    • Por debajo de la mitad de los casos están los profesionales que afirman estar total o parcialmente de acuerdo con que en su práctica asistencial: el enfermo crónico cuenta con una valoración integral, clínica y funcional, previa a establecer el plan de cuidados (44%), existe una adecuada coordinación e interlocución entre los diferentes profesionales que atienden al paciente (42%), o se hace una evaluación sistemática y periódica del enfermo crónico por parte del equipo asistencial para adaptar su plan de cuidados (35%).  
    • Por último, una escasa minoría de los profesionales sanitarios (21%) afirman disponer de incentivos de alguna clase (económicos, formación, dotación) vinculados a los resultados obtenidos en los pacientes crónicos que atiende su unidad, servicio o área de salud.

  • Según los profesionales sanitarios que atienden a pacientes crónicos, las tres acciones más importantes para mejorar la atención al paciente crónico son, en orden de mayor a menor importancia:
    • La historia clínica electrónica compartida (9,16 sobre diez de media), el trabajo en equipo y la continuidad asistencial (9,05), y la atención coordinada social y sanitaria (9,02).
    • Destacan a continuación la mejora de la capacidad de resolución y gestión de la demanda por parte de atención primaria (8,5) y el uso seguro y efectivo de medicamentos en pacientes con enfermedades crónicas polimedicados (8,5).
    • En cuanto al grado de avance de estas mismas acciones en los últimos cinco años, los profesionales sanitarios otorgan una valoración significativamente menor: la historia clínica electrónica compartida (7,09 sobre diez de media), el trabajo en equipo planificado y la continuidad asistencial (5,4), y la atención coordinada social y sanitaria (5,58).
    • Tras el uso de la historia clínica digital, las intervenciones de atención a la cronicidad en las que más se ha avanzado en los últimos cinco años son la atención no presencial (6,19) y el uso seguro y efectivo de medicamentos en pacientes con enfermedades crónicas polimedicados (5,86). En todo caso, la mejora de todas estas intervenciones a lo largo de los últimos cinco años es más bien moderada, como se puede observar.
    • La intervención que muestran menor nivel de avance a lo largo de estos años son tanto la corresponsabilidad del paciente (5) como la capacidad de resolución y gestión de la demanda por parte de atención primaria (5).

  • Respecto al tratamiento farmacológico del paciente crónico, los profesionales sanitarios otorgan una calificación solo media a las diferentes dimensiones de una buena atención farmacológica:
    • Dentro de esa calificación media, la adherencia del paciente al tratamiento prescrito es la que obtiene un mayor grado de satisfacción (6,54 sobre diez de media), seguido del acceso a nuevos medicamentos que han demostrado eficacia (6,45); le siguen el consejo y seguimiento farmacoterapéutico del paciente crónico (6,28), la conciliación de medicamentos en las transiciones del paciente, y, por último, la atención a la prescripción inadecuada y sobremedicación que es la que recibe peor valoración (5,74).

  • La mayoría de profesionales (60%) afirma no conocer la estrategia de cronicidad de su Comunidad Autónoma. Por el contrario, solo el 28% afirma conocerla.
    • Dentro del 28% que afirman conocer la estrategia de cronicidad, la mayoría de los profesionales sanitarios no se muestran muy satisfechos con su planteamiento. Así califican las siguientes afirmaciones:
      • Define correctamente los objetivos y acciones necesarias (7,56 sobre diez de media).
      • Dispone del apoyo e impulso político y directivo necesarios (6).
      • Tiene definido un plan de acción para mi centro/ hospital/servicio/área de salud, con objetivos e indicadores que se miden periódicamente (5,85).
      • Facilita la innovación de los profesionales para desarrollar, adaptar y extender buenas prácticas de atención al enfermo crónico (5,8).
      • Ha sido suficientemente comunicada a todos los profesionales (5,63).
      • Está sirviendo para mejorar la interlocución entre especialistas de diferentes especialidades y niveles asistenciales (5,28).
      • Ha significado una diferencia apreciable en la manera de organizar mi práctica asistencial, o la de mi servicio o equipo (5,24).
      • Dispone de recursos suficientes para su implementación, o al menos ha servido para reorientar prioridades en la asignación de recursos (4,94).

    • Por último, cuando son preguntados si creen que mejorará la atención a las enfermedades crónicas después de la pandemia, y como consecuencia de las medidas que están tomando las administraciones sanitarias para recuperar y fortalecer el sistema nacional de salud, el 47% de los profesionales sanitarios se muestra parcialmente de acuerdo, pero un 31% se muestra parcialmente en desacuerdo y un 17% totalmente en desacuerdo. Solo un 3,9% de los profesionales se muestra totalmente de acuerdo con que las medidas adoptadas tras la pandemia vayan a redundar en una mejora de la atención a la cronicidad.